La Familia Oblata recuerda a la Madre Antonia María de la Misericordia en el 124º aniversario de su fallecimiento.
La Madre Fundadora de las Hermanas Oblatas del Santísimo Redentor es una figura inspiradora para todos, especialmente por tantas virtudes personales, por ser instrumento de la gracia de Dios y ser pionera en el cuidado y acogida de las mujeres.
Para conmemporar esta fecha, hemos entrevistado al historiador Pere Fullana, gran conocedor de la vida y obra de la Madre Antonia de Ovieda y Schönthal.
En líneas generales, ¿cómo fue la vida de la Madre Antonia?
Pere Fullana: Cuando contemplo la trayectoria de la Madre Antonia desde una perspectiva general observo coherencia, plenitud, serenidad y una gran capacidad de discernimiento en cada uno de los grandes momentos de su vida. Antonia fue una mujer culta, europea y reconocida, querida y valorada. Desde el punto de vista cultural y pedagógico sigue siendo una gran desconocida en los círculos culturales y académicos. Desde la perspectiva religiosa participó del gran movimiento de redención espiritual y de restauración del catolicismo, contra el liberalismo y la secularización propia de la revolución industrial y de las revoluciones liberales. La providencia la condujo al campo de la acción social, y asumió retos que humanamente no cabían en su proyecto de vida personal. Puso todo al servicio de una obra nueva (el Asilo del Consuelo, en 1864), en la que ella fue construyendo a fuego lento la Congregación de Oblatas del Santísimo Redentor, a partir de 1870
Se cumplen 124 años de la muerte de María Antonia, ¿qué frutos ha dado su obra desde la fecha?
PF: Los frutos de Antonia que ha recogido el granero de la historia son variadísimos, de un calado espectacular, en parte todavía per descubrir y profundizar. Lo que se observa es un inventario de obras y de seguidoras que ponen en valor aquella semilla que representa Antonia al constatar la robustez de esta planta gigante que es la Congregación. El árbol nos lleva a pensar en lo esencial, en la vida, en el carisma, en el ADN de Antonia tan presente en la actualidad.
El mapa de la presencia Oblata en el planeta hoy es un referente simbólico del compromiso cristiano, del compromiso solidario con la mujer en contexto de prostitución y con las víctimas de trato con fines de explotación sexual. Volviendo a 1864 rápidamente percibimos lo difícil que resultaba crear un relato y unas prácticas de caridad y de dedicación exclusiva a estos colectivos. Ahí radica precisamente la grandeza de Antonia y de su obra.
En 1964, la Madre Antonia de Oviedo fue declarada Madre Venerable, ¿Cuáles son las virtudes que usted destacaría de la Madre Antonia?
PF: En mi caso, y entiendo que es solo un punto de vista insignificante, destacaría a Antonia como educadora, como mujer virtuosa y evangélica, como una mujer que se deja interpelar por la realidad, observa, escucha, gestiona las emociones con una gran serenidad, transmite paz, cree en la justicia y la igualdad (evidentemente desde los valores y las dinámicas de su tiempo). Se inicia en el ámbito eclesiástico en una obra misionera, para convertirse en Madrid en misionera en el territorio selvático e inhumano en el que habitaban física y mentalmente las mujeres de las clases populares de la segunda mitad del siglo XIX.
En este aniversario de su muerte, ¿a qué fuentes podemos acudir para saber más de su vida y obra?
PF: Por fortuna hoy contamos con un inventario de biografías y de publicaciones relacionadas sobre la vida y la obra de Madre Antonia. Tenemos a disposición diversos volúmenes que, con la denominación de Biblioteca Histórica Hermanas Oblatas del Santísimo Redentor, nos permiten acceder a su epistolario y documentos de su tiempo. Recientemente, la congregación ha publicado una obra relativa a Recuerdos, obra de Inmaculada Ruiz de Balugera, y se han editado también las Circulares de Madre Antonia. La Congregación dispone de una biblioteca extensa y valiosa sobre la vida y la proyección de Madre Antonia. Antonia está muy viva y su memoria muy presente y muy actualizada.
