En Venezuela, concretamente en la ciudad de San Cristóbal, localidad fronteriza con Colombia, se encuentra el centro Abriendo Puertas. Un centro dedicado a ayudar a las mujeres que están en situación de prostitución, fundado y gestionado por la congregación de las Hermanas Oblatas del Santísimo Redentor. Aquí, junto con otras tres religiosas, trabaja la filipina Christilyn Visto.
En un país donde aumentan las chicas jóvenes que comienzan a ejercer la prostitución, la comunidad de Christilyn acompaña a estas mujeres para que reconozcan su situación, elijan hacer su camino de superación y se comprometan en un proceso de desarrollo y crecimiento.
El proyecto les ofrece diferentes servicios como:
– Asesoría legal
– Atención Espiritual
– Acompañamiento individual y grupal
– Atención psicoterapéutica y medica
– Capacitación laboral en diferentes aéreas
– Realización de talleres vivenciales de crecimiento y desarrollo personal
Tal y como nos cuenta Christilyn, las chicas son en su mayoría de Venezuela y Colombia, con una actividad itinerante ya que se mueven por todo el país. Esto supone un problema para las hermanas pues, al trabajar con chicas que viajan frecuentemente por todo el territorio, es muy difícil que consigan una continuidad en el proyecto, debido a la falta de constancia que se deriva de estos movimientos.
Por lo general, las hermanas oblatas trabajan en este proyecto con mujeres que se encuentran en esta situación por motivos económicos, y que por falta de recursos y sin la posibilidad de trabajar, se ven abocadas a una situación de pobreza extrema. Y eso, unido a la situación caótica del país, provoca que acaben ejerciendo la prostitución como última opción.
